La incertidumbre está presente en todo momento, en cada una de los niveles de estudio de la etapa de Pre-inversión de un P.I. Por ello es necesario precisar, que conforme se avanza en los niveles de estudios generales de la fase de Pre – Inversión, el grado de incertidumbre se debe de ir reduciendo (aumenta la certidumbre), pero es evidente que no se eliminan o reducen a cero nunca, puesto que existen variables que no podremos predecir o manejar.
Como contraparte a la reducción de incertidumbre, tenemos que los costes de los estudios y el tiempo empleado se van incrementando conforme nos profundicemos más en el proyecto en la búsqueda y demostración de su rentabilidad. Este comportamiento se plasma en el siguiente gráfico de la figura Nº 1
Figura Nº 1
La Gran Pregunta
Si la orientación de nuestra idea de negocio, proviene de la detección de un problema o oportunidad de mercado, y está centrada en generar bienes y/o servicios a partir de una micro o pequeña empresa, se hace evidente una pregunta:
¿Es necesario completar los tres niveles de estudios de la etapa de pre inversión para poder demostrar la factibilidad de nuestra idea?
Las etapas de estudios generales (perfil, prefactibilidad y factibilidad) son normalmente los niveles y secuencia lógica que debe seguirse para la justificación plena de un proyecto de inversión; sin embargo, cuando el proyecto está referido a micro o pequeñas empresas (PYMES) de tipo productivo industrial, con empleo de tecnologías ya asimiladas y probadas, materias primas e insumos disponibles y próximos a la planta y, se conoce o existe información de empresas similares en funcionamiento, el proyectista o gestor de la idea debe concentrarse en probar que existe mercado para los productos y, en esta caso se debe llegar hasta el nivel de pre-factibilidad.
Pero de tratarse de un nuevo producto, inexistente en el mercado y por tanto no hay información de otras experiencias, es recomendable efectuar los estudios hasta el nivel de factibilidad, pero, toda vez que el nivel de inversión para el micro y pequeño inversionista puede implicar la perdida de todo su capital de inversión e inclusive quedar endeudado en caso de recurrir a una fuente de financiamiento, se hace necesario establecer un balance adecuado entre la información obtenida, los costos que implica cada estudio, la experiencia del emprendedor o proyectista, el tiempo de vigencia de la información obtenida y los requerimientos de la entidad financiera (si se recurre a financiamiento).
Ahora claro está, en cuanto al financiamiento, que muchas entidades financieras que están orientadas a la micro y pequeña empresa, dentro de los requisitos generales le solicitaran el estudio respectivo (generalmente con lineamientos planteados por la entidad financiera), bajo ciertas pautas que serán evaluadas por el sectorista de crédito y de acuerdo con criterios como el mencionado en los dos primeros párrafos de este acápite, le señalaran hasta que nivel de estudio será requerido.
En la Fig. 2, se gráfica los estudios generales y los tres posibles momentos de decisión de llevar cabo o no la inversión.
Figura Nº 2
Entonces la decisión de implementar el proyecto se puede tomar en tres momentos diferentes, la primera, es cuando se ha concluido el perfil del proyecto y de ser los resultados muy favorables, aunado a una amplia experiencia del proyectista (ojo, que siempre hay un riesgo calculado, en base a variables controlables y/o previsibles cuantificables), se puede tomar la decisión de llevar a cabo el proyecto, pero sólo a nivel de inversiones pequeñas (en algunos hasta medianas inversiones), es decir a nivel de PYMES.
El segundo momento, es cuando se ha concluido el estudio de prefactibilidad, con resultados positivos, donde de considerarse que la información proporcionada y resultados obtenidos por el estudio son suficientes para tomar la decisión de llevarlo a cabo, es decir la incertidumbre se ha reducido a niveles que permiten al proyectista la toma de una decisión favorable. A este nivel hablamos de inversiones mayoritariamente medianas; pero, también muchas pequeñas inversiones pueden darse. Los costes de este estudio ya son considerables y muchas veces son prohibitivos para las PYMES.
El tercer momento, es al finalizar los estudios definitivos o de factibilidad y de ser los resultados favorables, se toma la decisión de realizar el proyecto de inversión, aquí naturalmente se justifica en grandes inversiones, la gran empresa, a considerar por los costos que implica realizar este estudio, de ahí, que sólo los grandes inversionistas lo pueden costear.
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