Un equipo de científicos encabezados por el Dr. Matthew Jackson, precisan que no fue sólo un asteroide caído del cielo que elimino a los antiguos dueños del planeta. De alguna manera nuestro planeta Tierra sabía que había llegado la hora de los dinosaurios, y desató los océanos de lava para quemar las tierras que alguna vez habitaron los dinosaurios.
Es lo que afirman los científicos de la Universidad de Boston que creen que las mayores extinciones de la Tierra se remontan a las erupciones masivas procedentes de dos puntos inusualmente calientes en el manto. Estas erupciones esporádicas de mares de magma abarcaron unos 100.000 kilómetros cuadrados. Jackson ha estudiado las regiones donde esto flujos tuvieron lugar, denominándolas las grandes provincias ígneas, y afirma que ha encontrado pruebas de que las firmas de minerales dentro de estas zonas se remontan a fechas muy cercanas a cuando los dinosaurios se extinguieron. Los investigadores coinciden en que sus conclusiones son de hecho controvertidas, y que es necesario profundizar las investigaciones.
El Dr. Jackson, señala estar emocionado, triste y aterrorizado al mismo tiempo. Pues evidentemente una pregunta que inmediatamente se debe uno hacer es, si ese hecho tan cataclismico puede volver a ocurrir en nuestras épocas, pues ver un mar de lava sería un evento muy triste para la humanidad. En tal caso nuestro planeta sería una bomba de tiempo.
Al respecto nuestra opinión estaría en lograr demostrarse lo siguiente:
1. Demostrarse que los mares de lava fueron realmente masivos y no focalizados.
2. Que el tiempo en que ocurrieron fueron en tiempo cercanos a la caída del asteroide que acabo en parte con los grandes dinosaurios.
3. Esta pendiente de verificarse si el ARN y/o ADN marcarían el tiempo de vida de las especies.
En cuanto a los dos primeros hechos se hace evidente que diezmaron a las grandes especies, pero contundentemente no esta probado plenamente que las eliminaran o promovieran mutaciones masivas.
En el tercer caso, si bien tampoco se ha logrado demostrarlo, algunos científicos señalan que conocido el genoma humano es posible determinara los genes que indicarían el padecer enfermedades y cuando estas se activarían, y aún mas podemos corregirlas y ampliar la vida del individuo y con ello de la especie. Entonces, por analogía se puede extender y señalar que las especies tienen un tiempo de vida y que este estaría registrado en el ARN y ADN. Si la especie tiene un tiempo de vida definido, una señal evidente de ello es la posibilidad que las hembras dinosaurio se volvieran infértiles o se iniciara un mutación que permitiera a la especie adaptarse a nuevas condiciones ambientales, y las que no tuvieron tiempo definitivamente desaparecieron de nuestro planeta Tierra.
Queremos aclarar que esta es una opinión nuestra que requiere demostrarse científicamente, pero que planteamos como hipótesis.
Ver informe publicado en NewScientist
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