Del comportamiento individual al colectivo en una Organización

Indudablemente que los valores personales son indispensables, no tanto porque la personas sepan los valores, sino más bien cuando son practicados concientemente, es decir hay un compromiso de conciencia en su reconocimiento y aplicación. Esto también implica, cuanto la personas han desarrollado y aplicados comportamientos basados en valores, ante situaciones de tensión o de frontera, se dice que debe primar la mente analítica (la que razona)  sobre la reactiva (o instintiva), por tanto, los sentimientos consecuentes se las puede considerar verdaderos si  reflejan fielmente como acción y hecho, por ejemplo: la honestidad, la bondad, la perseverancia, la lealtad, etc, por tanto, son la base importante el comportamiento grupal o social sea positivo, y se identifiquen como los valores de grupo.

Definitivamente también los valores en la empresa, formados a partir del empuje de los dueños (filosofía de los fundadores), desarrollan una forma de hacer las cosas (normas generales), con la que los empleados se familiarizan, surgiendo la denominada Cultura Organizacional. Dicha cultura evoluciona en el tiempo pero debe mantener una constante una fuerte base ética.

La cual rige los esquemas de comportamiento organizacional dentro de la empresa; sin embargo, cuando esta cultura organizacional está basada (o cambia en el tiempo pasando de lo común o colectivo, a lo particular) en principios o intereses de origen reactivo o contradictorios con el sentimiento común, definitivamente se generan en el tiempo problemas, conflictos y demandas, etc, en desmedro de una empresa que inclusive puede haber llegado a ser exitosa inicialmente, pero que definitivamente caerá, por basarse en valores no aceptados y practicados concientemente, sino posiblemente impuestos.

Los valores en las organizaciones deberían ser el reflejo de valores socialmente aceptados por el grupo (inicialmente propuestos por la filosofía de los fundadores o emprendedores), y que por cierto no deben ir en contra de los valores personales (no hay contradicción), pero ambos tienen una matriz fundamental que es la cultura de una sociedad, que a su vez debe tener como base las reglas éticas.

Si una cultura, se basa en valores que promueven el desarrollo humano y el servicio, evidentemente es una sociedad avanzada o que esta en capacidad de promover al hombre y sus obras; de lo contrario es una sociedad mediocre y de autodestrucción.