Este mes de diciembre
2011, los líderes mundiales se reunieron en Copenhague para tratar la problemática
del cambio climático. Esto es así porque a pesar de los impactos causados
por la humanidad se quiere evitar el
fuego, las inundaciones y la sequía, para empezar, que tan claros son los
números respecto al calentamiento global. La cumbre ha sido tachada de fracaso, y que el planeta esta condenado, pero veamos que necesitamos para cambiar después de todo.
Un detalle importante, es que a pesar de décadas de
esfuerzos, los científicos no saben exactamente hasta que punto la elevación de
la temperatura o las concentraciones de gases de efecto invernadero en la
atmósfera constituyen un verdadero peligro, pero que nos llevan al peligro si lo están haciendo. ¿Cuál es el punto de quiebre?
Cuando se trata de definir
la sensibilidad del clima debido al aumento de los niveles atmosféricos de
dióxido de carbono, realmente no sabemos mucho más de lo que en 1975 ya se
conocía, dice el climatólogo Stephen Schneider de la Universidad de Stanford,
quien definió por primera vez el termino de sensibilidad del clima en la década
de 1970. Lo que sabemos es que si se incrementan vatios por metro cuadrado en
el sistema, va a aumentar el calor. Los
gases de efecto invernadero añaden los vatios, actuando como una gran manta,
atrapando el calor del sol, que ha calentado la Tierra en aproximadamente 0,75
grados Celsius en el último siglo.
Los científicos pueden
medir la cantidad de gases de efecto invernadero que la energía ahora añadé
(unos tres vatios por metro cuadrado), pero lo que escapa a una definición
precisa es la cantidad de otros factores, como la respuesta de las nubes al
calentamiento, la función de enfriamiento de los aerosoles, el calor y el gas
absorbido por los océanos, la transformación humana del paisaje, aunque la
variabilidad natural de la radiación solar puede forzar a disminuir o
fortalecer ese efecto.
Puede que tengamos que
esperar 20 o 30 años antes de que el conjunto de datos en el siglo 21 sea lo
suficientemente bueno para precisar la sensibilidad del clima, señala el
modelador del clima Gavin Schmidt, del Instituto Goddard para Estudios
Espaciales (GISS). A pesar de todas estas variables, los científicos de Svante
Arrhenius a los del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático ha señalado que la duplicación de la concentración preindustrial de
CO2 en la atmósfera de 280 partes por millón (ppm) podría resultar
en un mundo con una temperatura media de unos 3 ºC más cálido. Pero que
cantidad de calor por incremento del CO2 es seguro para la
civilización humana, sigue siendo una cuestión de criterio.
Los políticos europeos han
acordado que la temperatura media global no aumente más de 2 °C sobre los
niveles preindustriales para el año 2100, lo que equivale a una concentración
de gases de efecto invernadero de aproximadamente 450 ppm.
Actualmente estamos en 387
ppm y este se incremente en dos ppm por año, dice el geoquímico Wallace
Broecker de la Tierra de Columbia University Institute. Eso significa que tener
450 ppm está a sólo 30 años de distancia. Tendríamos suerte si pudiéramos
detener a 550 ppm. El GISS, James Hansen sostiene que las concentraciones
atmosféricas deben ser regresadas a 350 ppm o menos rápidamente. Dos grados
Celsius (de calentamiento) es un desastre garantizado, aseguran, señalando los
impactos de la aceleración que se han manifestado en los últimos años.
Si deseáramos cambiar esta
situación, por ejemplo, el derretimiento del hielo del mar Ártico, lo que se
tendría que hacer es restablecer el equilibrio de energía del planeta. Otros
científicos, como el físico Myles Allen de la Universidad de Oxford, examinar
el problema desde el otro lado: ¿Cuánto más CO2 puede mantener la
atmósfera de manera segura? Para mantener el calentamiento por debajo de 2 °C,
la humanidad puede permitirse el lujo de poner un billón de toneladas métricas
de CO2 en la atmósfera para el año 2050, de acuerdo con Allen y su
equipo, y los seres humanos ya han emitido la mitad de ese total. Dicho de otra
manera, sólo una cuarta parte restante de carbón conocidas del mundo, reservas
de petróleo y gas se puede quemar.
Para resolver el problema,
tenemos que eliminar las emisiones netas de dióxido de carbono por completo,
dice Allen. Pero no se puede para de golpe, por lo que las emisiones tendrían
que reducirse entre un 2 y un 2,5 por ciento por año a partir de ahora.
El climatólogo Jon Foley
de la Universidad de Minnesota, que forma parte de un equipo de investigadores
que definen los límites de seguridad de 10 sistemas planetarios, incluyendo el
clima, argumenta a favor de errar en el lado de la precaución. Una reducción
del 80 por ciento (de CO2 para el 2050) es la única vía bajamos para
lograr la estabilización del clima.
Definitivamente, las
perspectivas sobre lo que constituye peligro global, puede variar a nivel
regional y local, en el caso del Perú, dependerá si uno reside en la costa, en
la sierra o selva. Mantener las concentraciones
atmosféricas de gases de efecto invernadero por debajo de 550 ppm, y mucho menos
volver a 350 ppm o menos, no sólo se requiere un cambio masivo en la forma de
vida actual de la sociedad humana, de la industria, sino también, de la
incorporación de nuevas tecnologías, tales como capturar el CO2
directamente del aire. La captura desde el aire puede cerrar la brecha, señala
el Dr. Klaus Lackner, físico del Instituto de la Tierra, que está buscando
fondos para construir tal dispositivo.
Para finalizar, podemos señalar,
que si el calentamiento sigue incrementándose, se vuelve más peligroso y el
camino de no retorno se aproxima para la humanidad.
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