Dos investigadores de la USC ha publicado un estudio que describe un nuevo tipo de sensor de robótica, modelado como un dedo humano, que puede sentir, explorar e identificar más de un centenar de materiales comunes. Ellos esperan que la tecnología se integrará en las prótesis de mano y otros dispositivos que podrían beneficiarse de un sentido del tacto.
La investigación surgió a partir de un simple deseo de investigar si un robot se podría hacer para identificar texturas, ahora los investigadoes están comenzando una compañía llamada SynTouch, fuera de la universidad, para desarrollar aún más la punta de los dedos sintéticos que crearon, con financiación de DARPA, el NIH , la NSF y otros. Es evidente que la obra toca un nervio, por decirlo de alguna manera.
Existen máquinas que pueden oler y saborear, y por supuesto, ver y escuchar, pero el tacto ha sido un tanto difícil de desarrollarlo. Tocar implica muchas sensaciones: presión, temperatura, vibración, y es tanto el comportamiento como lo es mecánico. Con el fin de identificar un objeto, por ejemplo, que, naturalmente, podría presionar más fuerte o más ligero, o mover los dedos en una dirección diferente.
Así que el profesor Gerald Loeb y el estudiante de doctorado Jeremy Fishel (quien desde entonces ha graduado) no sólo tenía que crear un dispositivo que podría repetir esas sensaciones, sino para actuar de una manera lógica con respecto a cómo el material en cuestión iba a ser explorado. Esto llevó a la creación del sensor BioTac, que es llamdo también el "explorador bayesiano," (en honor al pionero del siglo 18, el matemático Thomas Bayes), que es un conjunto de algoritmos y reglas que permite al robot explorar objetos de forma inteligente.
El sistema BioTac es más o menos un dedo electrónico: el exterior es un material blando y flexible con un patrón de huella real que ayuda en el reconocimiento de las vibraciones. En el interior hay un líquido para dar el dedo una flexible pero firme estructura, y dentro de dicho fluido, los sensores que detectan la presión, temperatura y de sonido (es decir, las vibraciones).
El dedo se ha probado en 117 materiales, desde de lana de metal a papel, y puede identificar correctamente 95 por ciento de los casos. Incluso se desempeñaron mejor que los seres humanos en general, sobre todo en distinguir algunas muestras muy similares.
El BioTac y sus sistemas auxiliares están todavía en desarrollo, y pasará algún tiempo antes de que alguien con un brazo protésico será capaz de distinguir la diferencia entre la mesa y montaña con los ojos cerrados. Sin embargo, el dispositivo de seguridad debe ser considerada un gran éxito.
Abajo presentamos un video con los inventores de los dedos robóticos:
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