junio 21, 2012

El actor que hizo del Gral. Bernard L. Montgomery

Terminada la Segunda Guerra Mundial, se conoció el plan que llevaron a cabo los británicos para engañar a los alemanes. Uno de ellos consistió en utilizar a un doble del  general Bernard Montgomery para confundir al cuartel general de Hitler en las fechas previas al desembarco de Normandía. El hombre que se encargó de interpretar ese papel fue Meyrick Edward Clifton james, quien revelaría los detalles de la misión en un libro publicado 10 años después[1].

En la primavera de 1944, el teniente Clifton James desconocía por completo los planes que estaban reservados para él. Se encontraba en su oficina del cuerpo de pagadores del ejercito en Leicester cuando recibió una inesperada y sorprendente llamada telefónica; se trataba de celebre actor David Niven, que entonces estaba asignado a la sección cinematográfica del Ejercito.

Clifton James, nacido en 1898 en la ciudad australiana de Perth, había sido actor durante 25 años, y al estallar la guerra se había ofrecido voluntariamente para prestar servicio en la sección de espectáculos y diversiones. Sin embargo, fue destinado al cuerpo de pagadores, un puesto en el que se sentía frustrado. Niven le ofreció figurar en alguna película del ejército, para lo cual le convoco a realizar unas pruebas en Londres. El veterano actor acepto muy contento al creer que el ejército enmendaba su error y marchó de inmediato a la capital británica.

Pero allí se llevaría una nueva y, si cabe, más grande sorpresa. Niven le recibió junto al coronel Lester, del servicio secreto del ejército, y de inmediato le aclararon que no habían pensado en él para participar en ninguna película, sino para que se convirtiera, ni mas ni menos, que en el doble del general Bernard Law Montgomery.

Tras unos segundos de confusión, Clifton James comprendió que la propuesta no era descabellada. No en vano, sus amigos solían comentarle su enorme parecido con el militar inglés.

Incluso, en una ocasión, su imagen apareció en un periódico londinense, con un pie de foto que decía: “Usted se equivoca, es el teniente Clifton James”. Pero, aunque tenía asimilado, su parecido con Montgomery, la propuesta de ser su doble le dejó estupefacto.

Fue precisamente al ver es fotografía en la prensa cuando los servicios secretos británicos vieron la posibilidad de utilizar su enorme parecido para desorientar al enemigo. El coronel Lester le explicó en qué consistía el plan, denominado Operación Copperhead. Teniendo en cuenta que el día del desembarco en el continente se acercaba, y que los preparativos para el asalto eran imposibles de ocultar a ojos de los alemanes, se había elaborado un plan, con la aprobación del jefe supremo de las fuerzas aliadas, el general norteamericano Dwight D. Eisenhower, para intentar confundirles.

Había que hacer creer a los alemanes en la posibilidad de un golpe por sorpresa en otro escenario. Así pues, la idea era presentar pruebas de que Montgomery, el probable comandante de las fuerzas invasoras británicas, se hallaba en otro lugar, coordinando ese supuesto ataque secundario.

Clifton James aceptó el que, sin duda, sería el pape más importante de su carrera. En los días siguientes se dedicó a estudiar cientos de fotografías del famoso general y a observarlo con atención en lo noticiarios cinematográficos. Para facilitar la imitación, a Clifton James se le permitió conocer personalmente al propio Montgomery. Durante unos días, el actor permaneció cerca de él, encuadrado entre la oficialidad del Estado Mayor General, bajo la falsa identidad e un sargento del servicio secreto. Gracias a esa experiencia, lograría copiar a la perfección sus gestos más característicos, como su ligero saludo militar, el caminar con las manos entrelazadas a la espalda o el pellizcarse las mejillas mientras estaba concentrado en algún asunto.

Cuando el actor se vio ya preparado para ejecutar su difícil papel, se reunió a solas con Montgomery. Según recordaría Clifton James en su libro autobiográfico, el general le dijo: “Sobre sus hombros pesa una gran responsabilidad, ¿se siente seguro de lo que va a hacer?”. Clifton James dudó, pero Monty añadió rápidamente: “Todo va a salir bien, no se preocupe”.

Días después al actor se le comunicó que el plan se iba a poner en marcha. El 26 de mayo, el falso Montgomery debía realizar una visita a Gibraltar, visitando las diferentes instalaciones militares de la colonia británica, dando la impresión de que se estaban revisando los preparativos destinados a alguna inminente operación de importancia. Los ingleses se habían encargado de extender el rumor de que Montgomery iba a organizar una fuerza anglonorteamericana para invadir el sur de Francia.

El 25 de mayo llego el esperado debut. Clifton James fue caracterizado como el general y se dirigió en automóvil hasta el aeródromo de Northolt. Allí fue despedido por una formación de altos oficiales, algunos de los cuales conocía personalmente al general, pero nadie se dio cuenta del engaño, tal como se comprobaría tiempo después. Curiosamente, uno de ellos llegaría a afirmar que efectivamente, lo notó algo cambiado, aunque para bien, pues lo vio en mejor forma física.

Al día siguiente el actor llego al Peñón. Entre la multitud que se congregó para recibirle se encontraban unos cuantos trabajadores españoles que espiaban para los alemanes, por lo que la noticia de su llegada no tardaría en llegar a oídos de los nazis, tal como deseaban los aliados. El falso Montgomery atravesó ostensiblemente las calles de Gibraltar en un automóvil descubierto para facilitar el trabajo de los espías y acudió a la residencia del gobernador, el general sir Ralph Eastwood, quien sí conocía la Operación Copperhead. Ëste le recibió con todos los honores y, una vez a solas, le confesó que en un primer momento, al verle, creyó que el auténtico Montgomery había decidido venir en persona.

Dos horas después de que Clifton james hubiera llegado a Gibraltar, los agentes de Hitler en Madrid ya conocían todos los detalles de la visita. Cuando la información llegó al Cuartel General del Fuhrer, ésta fue interpretada como la confirmación del rumor de la proyectada operación anfibia en el sur de Francia.

Pero el viaje del actor no acabaría ahí. Clifton James partió del aeropuerto del Gibraltar, de donde fue despedido con todos los honores, rumbo a Argel, donde ya se había hecho circular rumores de que Montgomery llegaría para coordinar la invasión del sur de Francia. Allí fueron agentes franceses colaboracionistas los que se encargaron de trasladar de inmediato la noticia a los alemanes.

Tras unos días de estancia en Argel y visitar algunas instalaciones militares de los alrededores, Clifton james fue trasladado de forma secreta a El Cairo, en donde debía desaparecer hasta que pasara el día de la invasión. Con ese repentino y misterioso mutis su papel había concluido.

Según se le informó después de la guerra, su misión no había estado exenta de riesgos. Cuando la noticia de su visita a Gibraltar llego a Berlín, al alto mando alemán ordenó que Montgomery fuera asesinado o que su avión fuera derribado en el viaje de regreso. Pero siempre según la información proporcionada al actor, Hitler ordenó terminantemente que no asesinaran a Montgomery antes de descubrir exactamente dónde se produciría la invasión. Al no descubrirlo, pues todo era un engaño, Hitler no llegaría a autorizar la operación para acabar con la vida del falso Monty.

Pero de lo que no hay duda es que los alemanes picaron en el anzuelo tendido por los siempre competentes servicios secretos británicos. Se desconoce si esa maniobra de distracción fue la que provocó la retirada de algunos efectivos de la costa de Normandía para reforzar el flanco sur, pero sin duda sí que esta misión cumplida por el doble Montgomery contribuyo a aumentar la confusión entre los alemanes en las vísperas del Día D.

Tras la guerra. Gobernador de Gibraltar, el general Ralph Eastwood, señalo que el plan de representar a un oficial como el general Monty dio excelente resultados. Definitivamente yo mismo hubiera caído en el engaño si no hubiera conocido personalmente a Monty, además alas autoridades españolas quedaron convencidas de que el personaje que se nos presento era en realidad el general. La ejecución del plan fue espléndida.

Por el lado de Clifton James, que no consiguió el reconocimiento público durante su larga carrera actoral, sí obtuvo cierta notoriedad después de publicar su libro autobiográfico. Pero su labor de imitación del general Montgomery no había finalizado todavía. En 1958, John Guillermin dirigió una película basada en su historia, titulada I was Monty´s doublé. En la película el propio actor interpreta el papel del falso Montgomery. Clifton James falleció en la ciudad inglesa de Worthing el 8 de mayo de 1963.

Se dice el Mariscal Montgomery, al enterarse de su muerte señalo: “No era un amigo mío, lo vi una vez, me observo un tiempo y realizo un excelente trabajo, un muy buen trabajo  engañando a los alemanes en un momento crítico de la guerra. Siento mucho oir de su muerte.”


[1]  Clifton James, M. E.: I was Monty´s double. Hamilton and Co. 1954.

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