Terminada
la Segunda Guerra Mundial, se conoció el plan que llevaron a cabo los británicos
para engañar a los alemanes. Uno de ellos consistió en utilizar a un doble
del general Bernard Montgomery para
confundir al cuartel general de Hitler en las fechas previas al desembarco de
Normandía. El hombre que se encargó de interpretar ese papel fue Meyrick Edward
Clifton james, quien revelaría los detalles de la misión en un libro publicado
10 años después[1].
En
la primavera de 1944, el teniente Clifton James desconocía por completo los
planes que estaban reservados para él. Se encontraba en su oficina del cuerpo de
pagadores del ejercito en Leicester cuando recibió una inesperada y
sorprendente llamada telefónica; se trataba de celebre actor David Niven, que
entonces estaba asignado a la sección cinematográfica del Ejercito.
Clifton
James, nacido en 1898 en la ciudad australiana de Perth, había sido actor
durante 25 años, y al estallar la guerra se había ofrecido voluntariamente para
prestar servicio en la sección de espectáculos y diversiones. Sin embargo, fue
destinado al cuerpo de pagadores, un puesto en el que se sentía frustrado.
Niven le ofreció figurar en alguna película del ejército, para lo cual le
convoco a realizar unas pruebas en Londres. El veterano actor acepto muy
contento al creer que el ejército enmendaba su error y marchó de inmediato a la
capital británica.
Pero
allí se llevaría una nueva y, si cabe, más grande sorpresa. Niven le recibió junto
al coronel Lester, del servicio secreto del ejército, y de inmediato le
aclararon que no habían pensado en él para participar en ninguna película, sino
para que se convirtiera, ni mas ni menos, que en el doble del general Bernard
Law Montgomery.
Tras
unos segundos de confusión, Clifton James comprendió que la propuesta no era
descabellada. No en vano, sus amigos solían comentarle su enorme parecido con
el militar inglés.
Incluso,
en una ocasión, su imagen apareció en un periódico londinense, con un pie de
foto que decía: “Usted se equivoca, es el teniente Clifton James”. Pero, aunque
tenía asimilado, su parecido con Montgomery, la propuesta de ser su doble le
dejó estupefacto.
Fue
precisamente al ver es fotografía en la prensa cuando los servicios secretos
británicos vieron la posibilidad de utilizar su enorme parecido para
desorientar al enemigo. El coronel Lester le explicó en qué consistía el plan,
denominado Operación Copperhead. Teniendo en cuenta que el día del desembarco
en el continente se acercaba, y que los preparativos para el asalto eran
imposibles de ocultar a ojos de los alemanes, se había elaborado un plan, con
la aprobación del jefe supremo de las fuerzas aliadas, el general
norteamericano Dwight D. Eisenhower, para intentar confundirles.
Había
que hacer creer a los alemanes en la posibilidad de un golpe por sorpresa en
otro escenario. Así pues, la idea era presentar pruebas de que Montgomery, el
probable comandante de las fuerzas invasoras británicas, se hallaba en otro
lugar, coordinando ese supuesto ataque secundario.
Clifton
James aceptó el que, sin duda, sería el pape más importante de su carrera. En
los días siguientes se dedicó a estudiar cientos de fotografías del famoso
general y a observarlo con atención en lo noticiarios cinematográficos. Para facilitar
la imitación, a Clifton James se le permitió conocer personalmente al propio
Montgomery. Durante unos días, el actor permaneció cerca de él, encuadrado
entre la oficialidad del Estado Mayor General, bajo la falsa identidad e un
sargento del servicio secreto. Gracias a esa experiencia, lograría copiar a la
perfección sus gestos más característicos, como su ligero saludo militar, el
caminar con las manos entrelazadas a la espalda o el pellizcarse las mejillas mientras
estaba concentrado en algún asunto.
Cuando
el actor se vio ya preparado para ejecutar su difícil papel, se reunió a solas
con Montgomery. Según recordaría Clifton James en su libro autobiográfico, el
general le dijo: “Sobre sus hombros pesa una gran responsabilidad, ¿se siente
seguro de lo que va a hacer?”. Clifton James dudó, pero Monty añadió
rápidamente: “Todo va a salir bien, no se preocupe”.
Días
después al actor se le comunicó que el plan se iba a poner en marcha. El 26 de
mayo, el falso Montgomery debía realizar una visita a Gibraltar, visitando las
diferentes instalaciones militares de la colonia británica, dando la impresión
de que se estaban revisando los preparativos destinados a alguna inminente
operación de importancia. Los ingleses se habían encargado de extender el rumor
de que Montgomery iba a organizar una fuerza anglonorteamericana para invadir
el sur de Francia.
El
25 de mayo llego el esperado debut. Clifton James fue caracterizado como el
general y se dirigió en automóvil hasta el aeródromo de Northolt. Allí fue
despedido por una formación de altos oficiales, algunos de los cuales conocía
personalmente al general, pero nadie se dio cuenta del engaño, tal como se comprobaría
tiempo después. Curiosamente, uno de ellos llegaría a afirmar que
efectivamente, lo notó algo cambiado, aunque para bien, pues lo vio en mejor
forma física.
Al
día siguiente el actor llego al Peñón. Entre la multitud que se congregó para
recibirle se encontraban unos cuantos trabajadores españoles que espiaban para
los alemanes, por lo que la noticia de su llegada no tardaría en llegar a oídos
de los nazis, tal como deseaban los aliados. El falso Montgomery atravesó
ostensiblemente las calles de Gibraltar en un automóvil descubierto para
facilitar el trabajo de los espías y acudió a la residencia del gobernador, el
general sir Ralph Eastwood, quien sí conocía la Operación Copperhead. Ëste le
recibió con todos los honores y, una vez a solas, le confesó que en un primer
momento, al verle, creyó que el auténtico Montgomery había decidido venir en
persona.
Dos
horas después de que Clifton james hubiera llegado a Gibraltar, los agentes de
Hitler en Madrid ya conocían todos los detalles de la visita. Cuando la
información llegó al Cuartel General del Fuhrer, ésta fue interpretada como la
confirmación del rumor de la proyectada operación anfibia en el sur de Francia.
Pero
el viaje del actor no acabaría ahí. Clifton James partió del aeropuerto del
Gibraltar, de donde fue despedido con todos los honores, rumbo a Argel, donde
ya se había hecho circular rumores de que Montgomery llegaría para coordinar la
invasión del sur de Francia. Allí fueron agentes franceses colaboracionistas
los que se encargaron de trasladar de inmediato la noticia a los alemanes.
Tras
unos días de estancia en Argel y visitar algunas instalaciones militares de los
alrededores, Clifton james fue trasladado de forma secreta a El Cairo, en donde
debía desaparecer hasta que pasara el día de la invasión. Con ese repentino y
misterioso mutis su papel había concluido.
Según
se le informó después de la guerra, su misión no había estado exenta de
riesgos. Cuando la noticia de su visita a Gibraltar llego a Berlín, al alto
mando alemán ordenó que Montgomery fuera asesinado o que su avión fuera
derribado en el viaje de regreso. Pero siempre según la información
proporcionada al actor, Hitler ordenó terminantemente que no asesinaran a
Montgomery antes de descubrir exactamente dónde se produciría la invasión. Al
no descubrirlo, pues todo era un engaño, Hitler no llegaría a autorizar la
operación para acabar con la vida del falso Monty.
Pero
de lo que no hay duda es que los alemanes picaron en el anzuelo tendido por los
siempre competentes servicios secretos británicos. Se desconoce si esa maniobra
de distracción fue la que provocó la retirada de algunos efectivos de la costa
de Normandía para reforzar el flanco sur, pero sin duda sí que esta misión
cumplida por el doble Montgomery contribuyo a aumentar la confusión entre los
alemanes en las vísperas del Día D.
Tras
la guerra. Gobernador de Gibraltar, el general Ralph Eastwood, señalo que el
plan de representar a un oficial como el general Monty dio excelente
resultados. Definitivamente yo mismo hubiera caído en el engaño si no hubiera
conocido personalmente a Monty, además alas autoridades españolas quedaron convencidas
de que el personaje que se nos presento era en realidad el general. La
ejecución del plan fue espléndida.
Por el lado de Clifton James, que no consiguió el reconocimiento público durante su
larga carrera actoral, sí obtuvo cierta notoriedad después de publicar su libro
autobiográfico. Pero su labor de imitación del general Montgomery no había
finalizado todavía. En 1958, John Guillermin dirigió una película basada en su
historia, titulada I was Monty´s doublé. En la película el propio actor
interpreta el papel del falso Montgomery. Clifton James falleció en la ciudad
inglesa de Worthing el 8 de mayo de 1963.
Se
dice el Mariscal Montgomery, al enterarse de su muerte señalo: “No era un amigo
mío, lo vi una vez, me observo un tiempo y realizo un excelente trabajo, un muy
buen trabajo engañando a los alemanes en
un momento crítico de la guerra. Siento mucho oir de su muerte.”
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