El conocido norteamericano fundador del Microsoft y
hombre de éxito Bill Gates, en su obra "Los negocios en la era
digital", augura con singular precisión lo que sucede y sucedería en el
mundo como consecuencia del avance inusitado de la ciencia y tecnología, dice
él "Si el decenio de los ochenta fue de la calidad, los del 90 de la
reingeniería, el 1ro. de los 2000, será de la rapidez".
Tal pronóstico se cumplió y está cumpliéndose,
pues esa rapidez ya se ha dado y está
dándose, y las manifestaciones del avance sorprendente de la ciencia y
tecnología, esencialmente de la tecnología de la comunicación e información,
está influyendo profundamente en el quehacer diario del hombre en todas las áreas
de la actividad humana, orientàndolo a llevar una vida fácil, cómoda, sin mayor
esfuerzo mental e indiferente al mundo que lo rodea y ello ocurre en todos los
niveles o estratos sociales y culturales.
Al estar subyugado a los medios tecnológicos, el hombre está algo así como indiferente al tiempo que pasa, apático que ha renunciado a su condición de hombre libre, es decir, a su libertad; y lo más grave, es a su libertad de pensamiento. Y esto sucede, precisamente, cuando la época de hoy, de cambios rápidos exige y urge pensar aun más, pero acontece todo lo contrario, pues, cada vez, se piensa poco o no pensamos y esto se manifiesta en todos los niveles y estratos sociales e institucionales, incluìdo universidades. Puede asegurarse que ahora, pensamos menos o no pensamos pero siempre hacemos algo, actuamos como autómatas. El filósofo Manuel Kant era muy imperante con sus allegados o familiares, cuando les veía hablar o hacer algo sin pensar, decía "Sapere aude, incipe”, Piense, empiece.
El hombre se ha abandonado así mismo en su condición de ser pensante y creador, lo más digno del hombre es el pensar, decía el filósofo francés Blas Pascal.
Si no, veamos algunos casos:
a) Una humilde vendedora de frutas, luego de seleccionar un pedido de compra
de cierta cantidad de frutas, pedí la cuenta. Ya lo tengo, contestó; ¿tan
rápido?, repliqué; sí, pero ahora ya no se piensa, ni mis hijos, agregó.
b) Hace algunos años, un docente universitario con intención de ganarse
algunas horas más de trabajo, pidió a la autoridad correspondiente de una
universidad local, elaborar un nuevo libro de Ética, pues el que estaba usándose
no era el adecuado, argumentaba. Aceptada su propuesta escribió el libro; y el
resultado fue un ensamblado con párrafos ìntegros extraídos de Internet, un
libro impensado para reemplazar a otro que si era pensado. ¡qué fácil escribir un libro así!; una ofensa
al pensar y un agravio a la formación profesional y a la Universidad. El autor
cuyo libro fue reemplazado, muy dedicado al saber filosófico, renunció poco
después, por dignidad.
c) Una señora se acerca a un centro de cómputo acompañado de dos de sus hijos:
¿tiene
este tema? sí, ¿y este otro?, también ¿cuánto cuesta la impresión? tanto... ¿en
breve? sí. Entonces hijitos, ya tienen su trabajo, esperen; “Yo ya me voy”.
¡Que linda madre! ¿Linda? ¿Contribuyendo a que sus hijos no piensen?
Son solo ejemplos referenciales, de los muchos que
hay, pues ya esta en el consenso de las gentes.
Es evidente entonces que el inusitado avance tecnológico
y el desarrollo del conocimiento y la asombrosa rapidez conque es transmitido,
gracias a la tecnología de información y comunicación, se ha generando una excepcional
abundancia y sobrecarga mental de información y conocimiento.
Ya el filósofo alemán Martin Heidegger a inicios del siglo XX, en su obra "Que significa pensar", lo anticipó cuando aun no se vislumbraba todavía la irrupción de la tecnología, con toda su fuerza e intensidad, allí sus palabras: "El hombre en lo que lleva de existencia ha obrado demás y pensado de menos. Ni aún ahora, a pesar de que el mundo da cada vez más que pensar."
Por su parte, el escritor y pensador norteamericano contemporáneo Edward De Bono, en su obra "Seis pares de zapatos para la acción" confirma las ideas Heideggerianas, dice: "El pensar ha dejado de ser un arte en EE.UU", en otros términos “Es un arte perdido,” lo dice mencionando a uno de los países súper desarrollados tecnológicamente, situación que sucede también en otros países.
“Es entonces hora de pensar y luchar para sí mismo,
pues no hay duda alguna que los grandes problemas que aquejan al hombre de hoy,
están tras de esa soberbia actitud de pensar poco o no pensar, pero …hacer
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